El Presidente Danilo Medina logró avances importantes para el país en su debut como jefe de Estado en la Cumbre Iberoamericana celebrada este fin de semana en la histórica y bella ciudad de Cádiz, cuna de la Constitución del 1812, conocida desde hace dos siglos como “La Pepa”.
Formalmente el mandatario dominicano celebró dos bilaterales, como se le llama en el argot diplomático a la reunión de dos Presidentes en el marco de una cumbre. Con Haití y Brasil, en las cuales se produjeron entendimientos muy valiosos para nosotros.
Pero el contacto, el roce personal, la comunicación directa de Danilo Medina con el resto de los Presidentes Iberoamericanos, con el Rey Juan Carlos, con el Presidente del Gobierno Mariano Rajoy, con el Presidente y el Primer Ministro de Portugal y con el líder del Principado de Andorra y con todos los cancilleres y embajadores de la región, le dieron una dimensión distinta a nuestro Presidente de la diplomacia y la política internacional en este momento.
Porque una cosa es lo que dicen los presidentes y jefes de Estado en el podio o en las plenarias de estas cumbres, que a veces se dan sus pellizquitos-- como Evo a Piñera o Correa al gobierno español con el tema de los desalojos-- y otra muy distinta es la distensión y confraternidad conque manejan sus relaciones personales, de amistad, respeto y en algunos casos de admiración. Seguir leyendo...
Fuente: Listín Diario.
Fuente: Listín Diario.
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