A pesar de aún estar considerada como una de las mujeres más hermosas y con mejor cuerpo sobre la faz de la Tierra, Megan Fox ya decidió jubilarse de los desnudos y hasta de las fotos en bikini, todo ello en beneficio del futuro emocional de su hijo Noah Shannon Green.
Así lo advirtió la actriz estadunidense de 26 años en una entrevista con el diario británico The Guardian, donde aseguró que, por su culpa, no desea que su primogénito sufra bullying.
"No quiero que a mi hijo le genere un trauma en el colegio, cuando sus amigos le enseñen mis sesiones de fotos en bikini", afirmó.
Megan confesó que ser madre le cambió la vida y que a partir de ahora será "mucho más exigente" a la hora de aceptar determinados papeles en el cine, sobre todo si tiene que mostrar su cuerpo.
También la actriz expresó que desde que nació su bebé, hace poco más de dos meses, es "una mujer nueva".
"Estoy enamorada de mi hijo y solo quiero estar en casa con él", destacó.
Sin embargo Megan contó que durante las primeras semanas tanto ella como su marido, el actor Brian Austin Green, tuvieron algunas dificultades para cuidar al bebé y que, por tal motivo, decidieron buscar ayuda.
"Hemos contratado una enfermera dos noches por semana porque si no íbamos a terminar divorciándonos", explicó en la nota que reproduce el diario español El Mundo.
Finalmente Fox, que logró recuperar rápidamente su figura tras dar a luz a Noah Shannon, aclaró que ya no se vuelve loca por ir al gimnasio.
"Solo quiero estar en casa con mi bebé", concluyó.
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