Cuando los clientes entran en el restaurante son recibidos con una frase de bienvenida por unos de los20 robots disponibles que les lleva a su mesa correspondiente, entrega la carta de más de 30 platos y toma nota de su pedido para llevarlo directamente a través de las pistas del suelo a los robots que se encargan de la cocina, los cuales están programados para añadir la cantidad adecuada de sal y aceite a los platos, además de controlar la temperatura a la que se freirán los alimentos.
El equipo de robots que componen este curiosos restaurante tienen la inteligencia de un niño de 3 o 4 años, cuentan con más de 10 tipos de expresiones faciales, son capaces de funcionar sin descanso durante 5 horas una vez cargados y son controlados por un personal especializado desde una sala fuera del local.
Liu Hasheng, CEO de Harbin Haoai, ha comentado a los medios de prensa que se acercaron al restaurante:
"Los robots serán muy comunes en varias facetas de nuestras vidas en las próximas décadas. En cada casa habrá un robot para cocer los alimentos, ayudar a las personas mayores, hacer limpieza general de nuestras habitaciones o cumplir la función de guardaespaldas."
A pesar de la gran inversión realizada en estos humanoides que miden alrededor de 1,50 metros, las cenas de este restaurante con robots tienen unos valores menores a los US$10 dólares, algo similar al del resto de la competencia, lo que hace prácticamente imposible recuperar la inversión a medio plazo, aunque los dueños aseguran que su objetivo principal era el de hacer publicidad de la compañía que creó los robots, para que otros restaurantes puedan seguir su mismo modelo.
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